sábado, 3 de abril de 2010

Los Miedos en Riesgo Operacional

En un artículo anterior hacia mención a los ingredientes que deben estar presentes para administrar riesgo operacional; destacando que uno de ellos era tener un lenguaje absolutamente claro, en lo posible sin la existencia de modismos, palabras rebuscadas o muy técnicas que pervirtieran el sentido del mensaje incorporando ruido en la línea de comunicación. Esto es complejo cuando las organizaciones son grandes y se encuentran muy estructuradas, burocratizadas o inclusive, adecuadamente segregadas.
También argumentabamos que con la adopción de estándares, entrenamiento y un buen gobierno de riesgo, en el que se establezcan las políticas claras; se podría lograr un buen marco de trabajo para la gestión de riesgos. Sin embargo, debo comentarles que esto no es tan simple cuando se lleva a la realidad.
Las razones por las cuales se impacta negativamente esta iniciativa es que no se identifican las amenazas antes de implantar una práctica tan abstracta como ésta en la organización. Se supone que la gestión de riesgo operacional es una práctica que permitirá identificar vulnerabilidades y amenazas. Basándose en tales hallazgos se construiran escenarios que permitan generar un mapa de la severidad de los riesgos con el fin de obtener las mejores alternativas para mitigarlos. Sin embargo, nunca se hace una evaluación de los miedos antes de implantar dicha práctica, lo cual atenta contra el éxito de la gestión de riesgo operacional.
El primer riesgo (miedo) que encontramos es que no existen límites claros para las funciones que se asignan a los distintos roles, provocándo en todo el talento humano se ponga a la defensiva pues supone que próntamente alguíen va a sustituirlo en su función laboral. El segundo riesgo (miedo) presente, es un tema que hemos colocado en algunos papeles de trabajo previos y es la medida de nuestra ignorancia, la cual radica en destacarnos en lo que más sabemos y ocultar aquellos asuntos de los cuales tenemos poco o ningún conocimiento; y que sin embargo puede ser un asunto que debemos gerenciar. El tercer riesgo (miedo) es el que la mayoría del talento humano rara vez ha sido preparado para reconocer los errores y asumir su responsabilidad. Por lo general es otro aspecto que como personas dentro de una organización que funciona como un sistema se tienda a buscar un cumplable alrededor y por lo general, con una alta probabilidad se encontrará, pues la organización es amplia y sin duda tiene sus defectos.
Puede que existan otros miedos, pero es muy posible que sean derivados de los antes mencionados, pues por lo general la aparición de uno de ellos puede desencadenar un proceso de acciones de entorpecimiento de cualquier inicativa de gestión de riesgos operacionales.
Sin duda que identificando los riesgos se puede comenzar a trabajar en su mitigación o contramedida que permita llevarlo a su nivel de aceptación posible al perfil deseado por la organización. De allí que si se realiza una evaluación de riesgos para identificar las debilidades que este escrito hemos identificado como miedos, es muy posible se puedan permitir la implantación de una gestión adecuada de riesgo operacional.
Ahora bien, es importante que para implantar una gestión de riesgo operacional se debe tener una clara definición de las funciones y los roles que jugará cada protagonista organizacional. Debe existir un programa de sensibilización, a todo nivel permita llevar mensajes que la nueva práctica no busca culpables y que por el contrario no se pretende limitarles el campo de acción. El mensaje debe ser claro y en función que para las organizaciones es muy díficil sustituir un recurso porque no conozca algún tema, simplemente es más fácil reentrenarlo en nuevas prácticas y aprovechar toda su experticia en las prácticas que venía ejecutándo.
Si estos mensajes son trasmitidos y las asignaciones son claras en función de los objetivos, podríamos estar más cerca de materializar una implantación de una práctica de riesgo operacional cercana a lo deseado por todos.

La nueva normalidad era un juego de niños

Foto: StellaDi Pixabay Creo que "la nueva normalidad" era cosa de 90 días. Eso ya no existe. Pienso que lo cierto es una nueva rea...