jueves, 11 de junio de 2020

La nueva normalidad era un juego de niños


Foto: StellaDi Pixabay

Creo que "la nueva normalidad" era cosa de 90 días. Eso ya no existe. Pienso que lo cierto es una nueva realidad en donde el contexto del mundo habrá cambiado en mucho y no precisamente por el distanciamiento social sino por los contundentes efectos que sobre la economía global produjo la pandemia. En el supuesto teórico, con probabilidad cercana a cero, que una vacuna emerja en los próximos meses y que milagrosamente se pueda aplicar a todas las personas en tiempo record, no resolverá la pobreza y los desastres financieros que produjo el virus en los sectores productivos.

Está claro que muchas empresas sabían que con medidas extremas de ahorro y políticas de operación contingentes podían sobrevivir 90 días, pero no más. Otras tantas con distinta naturaleza de negocios podrían superar lapsos mucho mayores, sin embargo, no está claro que vayan a contar con sus habituales clientes que posiblemente disminuyan abruptamente la demanda de servicios. Claro está, podría pensarse que las empresas sobrevivientes pudieran asumir la demanda de aquellos que desaparezcan; por ejemplo, las líneas aéreas, sin embargo, habrá mucha gente que volará cuando sea estrictamente necesario.

Adicionalmente las organizaciones públicas y privadas validaron que es factible, seguro y productivo trabajar en forma remota. Pero esto ha revelado otros aspectos que han cuestionado la necesidad de ciertos puestos de trabajo, ya sea porque no representan valor agregado al proceso o porque estos servicios pueden ser suplidos por “robotic process automation”. Por lo que, en la búsqueda de la supervivencia en esta realidad, las organizaciones acelerarán la incorporación de este tipo de soluciones en sus procesos.

Alternativamente, no quisiera en este escrito incorporar temas que me son muy ajenos como pueden ser el estrés post coronavirus y la ansiedad que a pesar de que pudiese haber una vacuna, la crisis pueda volver a repetirse en forma estacional, pues no sabemos si esta pueda soportar las mutaciones de lo nuevos virus. Sin embargo, sin ser expertos en esto, todos estos factores acumulados nos llevan a concluir que el contexto posible es que muchos empleos no van a estar disponibles, muchas empresas no seguirán existiendo y viviremos con la paranoia de que nos podemos enfermar; y aunque la posibilidad sea baja, podríamos morir. Esto no es una nueva normalidad, esto es una realidad absolutamente cambiada. Un contexto hostil tanto para lo físico como para lo mental.

Para finalizar quisiera comentar que no soy pesimista. Pienso que utilizando a modo de metáfora lo de la mutación del virus, nosotros debemos mutar. De hecho, saldremos adelante. Pero para hacerlo bien debemos conocer el contexto en el que nos vamos a ir moviendo en los años por venir dado que el entorno cambiará, las leyes cambiarán, la responsabilidad social no estoy tan seguro, los seguros cambiarán y hasta las relaciones familiares se impactarán. Lo cierto es que la realidad de “la nueva normalidad” era un juego de niños con el nuevo contexto que nos dejará la pandemia. De momento lo que reina es una gran incertidumbre, tal vez la más grande que haya impactado en forma global los tiempos recientes.

Nota: este escrito procuré hacerlo con información que pudiese sustentar formalmente, pero la realidad es que existe muy poco que no sea relacionado con contaminados, pruebas y decesos, esto es lógico porque la pandemia va en pleno desarrollo, sin embargo, entre mis contactos existen personas que son dueñas de restaurantes, empresas de servicios tecnológicos, alquileres de vehículos, empresas de turismo, operaciones en líneas aéreas, entre otras muchas que han decidido cerrar, redimensionar o esperar como será el comportamiento de sus clientes.

La nueva normalidad era un juego de niños

Foto: StellaDi Pixabay Creo que "la nueva normalidad" era cosa de 90 días. Eso ya no existe. Pienso que lo cierto es una nueva rea...