jueves, 21 de abril de 2011

El Riesgo viene de no saber lo que se está haciendo(*)

(*) Risk comes from not knowing you're doing.- Warren Buffet

Hace poco nos llamó la atención, el nombramiento de un director de una empresa muy importante del sector de las calificadoras de riesgo y de inversión, al cual se le asignaban dos roles que por lógica en sus funciones[1], no deben nunca llevarse por una sola figura. Una porque es tomadora de riesgos y la otra porque establece los aspectos de administración de riesgos, en este caso los operacionales. Es posible, que en un momento dado entre en conflicto de intereses por contraponer los roles.

La verdad no tenemos manera de validar dicha información; en la página corporativa de dicha empresa aparece la hoja de vida del ejecutivo en cuestión y la realidad es que se ha desempeñado en esos roles en algunas empresas a lo largo de su carrera[2]; y en dicha página no se menciona esta actualización en el cargo. Así que no vamos a dar por sentado que sea así; menos pensando que estas organizaciones son empresas especializadas que tienen vasta experiencia en el manejo de los riesgos y de inversiones.

Sin embargo, llama mucho la atención que se publique una nota de prensa donde se diga que se nombra a una persona en dos cargos, que si se hace abstracción del tipo de empresa que hemos mencionado, deberíamos suponer que eso no va a funcionar nada bien. De hecho, realmente nunca ha funcionado muy bien, pues no estuviese el mundo pasando por la enésima crisis financiera y no se hubiese preparado el nuevo acuerdo de capital, denominado Basilea III; un acuerdo que por cierto, al no lograr que la gestión de riesgo operacional funcione adecuadamente, entre los otros, se enfoca en la maximización de la capitalización y estricta depuración de los distintos componentes del patrimonio, de una manera que conlleva a complicar en una forma extraña el proceso de intermediación financiera y exculpa a los responsables de gerenciar los riesgos y el apetito de ganancias[3] de los tomadores de decisiones en las organizaciones.

La verdad creemos que vendrán más acuerdos de capital de Basilea, debido a que el problema no está en los acuerdos, sino en su cumplimiento (saber como hacer para cumplir cabalmente). Para los consabidos en estos temas, Basilea I (1988); pudo haber evitado muchas crisis. El principio de segregación de funciones existe desde antes de cualquier acuerdo de capital, de allí que el problema no está en los acuerdos o en los niveles de capitalización, sino saber qué se está haciendo.

El punto importante es que por una relación causa efecto, el riesgo viene de no saber lo que se está haciendo. Así lo expresa Warren Buffet[4] y lo convirtió en un principio en sus negocios. "Cuando Usted no sabe que hacer, él sugiere que no debe invertir debido a que el factor de riesgo es muy alto. Por el contrario, si se encuentra bien documentado y tiene una clara idea de lo que está haciendo, se encontrará en una situación en que podrá evaluar si una inversión tiene alto potencial; y con esta capacidad, reducirá el riesgo de escoger el camino perdedor."

Ahora bien, la situación a evaluar sería la que nos permita determinar que tenemos pleno conocimiento de lo que estamos haciendo. Recientemente, en la página de Disaster Recovery Jounal publican un artículo titulado "Disaster Recovery Depends on Configuration Knowledge" que dice que conocer muy bien los procesos, las fuentes de información con precisión, pertinencia y completitud permiten recuperar en tiempos menores ante un desastre. Esto es conocer adecuadamente la organización en su todo. En resumen, no estamos descubriendo nada nuevo, sabemos que en la medida que tengamos menos variables incógnitas, cualquier problema por complejo que sea, se resuelve. El tema es que debe haber un fuerte gobierno corporativo, que cuando asigne el rol de administrador (tesorero, riesgo operacional, líder de proyecto, etc). Además, el empoderamiento que acompañe dicho rol sea respetado por la gerencia. Pero, dándole valor a este artículo, que los que sean asignados a estos roles, sepan lo que hacen, y cuando no lo sepan no tomen los riesgos porque son muy altos.

En última instancia, valdría la pena evaluar: ¿Qué tanto sabemos lo que hacemos y aun así tomamos los riesgos? ¿Tanto como para nombrar a una persona el tesorero y gerente de riesgo operacional al mismo tiempo?

[3] Realmente la frase utilizada es apetito al riesgo, siendo definida como la cantidad de riesgo que una empresa está dispuesta a asumir para generar valor. Por lo general, cuando no se sabe lo que se está haciendo, se tiende a superar este nivel o simplemente ambición descontrolada por ostentar roles que se contraponen en sus intereses, lo cual termina en lo mismo: No saber lo que se está haciendo.

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