sábado, 24 de septiembre de 2011

La Historia vuelve a Repetirse

Parece un ciclo programado de castigo en la gestión de riesgo operacional, donde los impactos cada vez son mayores por no haber aprendido de los errores.

El 15 de septiembre de 2.011 las noticias del mundo económico revelaban que el UBS, el mayor banco de Suiza, había sido víctima de transacciones fraudulentas por parte de uno de sus operadores bursátiles, con una pérdida cercana a los 2.000 millones de euros; y después de estar al borde de la quiebra por la crisis de 2008 y aplicar medidas de supervivencia el banco pareciera que no aprende de sus errores.

Si lo comparamos con otros fraudes de ejecución similar, como el de la Société Générale ocurrido en 2008; fue de 4.800 millones de euros, no es la más alta. Sin embargo, más allá del daño económico, el daño a la reputación del banco es incalculable. Es posible que los fondos del público no se hayan afectado, pero si se crea una gran duda de como se gestionan los riesgos en el banco, los cuales a la larga si mermarán la confianza de sus clientes, más aun teniendo la información que en octubre de 2010, por el caso de la Société se condenó a 5 años de prisión a Jerome Kiervel, el cual se determinó que actuó solo; sin embargo, el corredor argumentaba que sus superiores estaban al tanto y conocían con detalle del tipo de operaciones arriesgadas que él ejecutaba.

De momento, olvidemos el tema del fraude y veamos los siguiente: El banco, además de haber pérdido mucho dinero con la crisis de las hipótecas subprime de Estados Unidos, se ve involucrado en un tema de complicidad de evasión de impuestos, pues ayudo a clientes norteamericanos a tener cuentas ilegales en el extranjero. Esto les obligó a suministrar la información de más de 4.500 cuentas de personas estadounidenses, lo cual provocó una huida de muchos clientes suizos que consideran que la entrega de información estipula un brecha en el principio del secreto bancario, bandera del éxito de la famosa banca suiza. Como información adicional, el cierre del segundo trimestre del año 2011, reflejaron una merma del 50% de sus beneficios con respecto al mismo periodo del año anterior. De allí que terminarán el año con cifras rojas. Todo esto en un lapso menor a tres años, nada significativo para empresas centenarias y con prácticas de excelencia bancaria.

Sin duda que esto es una situación que obliga a la institución a tomar medidas muy fuertes en cuanto a ahorro y cautela para sus procesos de inversión. Desde el 2008 ha estado despidiendo parte de su personal en todo el mundo y ha venido reduciendo el patrocinio y publicidad razonablemente. Adicionalmente, es lógico que haya extremado las medidas para invertir en activos menos riesgosos. Sin embargo, el proceso de gestión de monitoreo a las actividades que se hacen en la institución se delegó en una persona que con el "poder" o abuso de posición al escenario de riesgos, actuó ocultándo violaciones de los límites establecidos para operaciones específicas al ejecutar posiciones ficticias de fondos en efectivo cotizados en el sistema bancario.

Cuesta imaginar como puede ocurrir algo así (el fraude); pero es lógico pensar que se falsificaron saldos en posiciones para que se reflejaran así en las cuentas contables. Para rematar, el 22 de septiembre de 2011, al operador financiero Kuaku Adoboli, le fue imputado el delito de fraude, el cual se supone fue ejecutado entre el 01 de octubre de 2008 y 31 de diciembre de 2010. Esto implica que la contabilidad es falsa desde 2008. En todo caso, este artículo no pretende hablar de que no se hicieron las cosas como deben ser, porque es evidente que así fue. Simplemente queremos acotar que aunque se cuente con el sistema de gestión de riesgo más moderno y las prácticas mejor desarrolladas por una institución evitarán que ocurran desastres como este. Ya que simplemente, al entregar la responsabilidad a una sóla persona, con el poder suficiente para ocultar la realidad por años, romperá la mejor práctica de riesgo operacional del mundo.

Quiénes son los culpables? Bueno, lo directores dicen que ellos son responsables, más no culpables. Esto no ha ayudado a la maltrecha reputación de tan prestigiosa institución.

Otros Casos Similares en la línea del tiempo:

  • Jérôme Kerviel. El ex operador bursátil del banco Société Générale realizó una serie de operaciones no autorizadas en 2008 y le hizo perder al gigante francés 6700 millones de dólares.
  • Yasuo Hamanaka. Fue sentenciado a ocho años de prisión en 1997 por maniobras fraudulentas en el mercado de cobre; sus operaciones le costaron a la empresa japonesa Sumitomo 2600 millones de dólares.
  • Nick Leeson. El banco inglés Barings colapsó en 1995, después de que el operador bursátil perdiera 1400 millones de dólares en transacciones no autorizadas.

Fuente:

BBC Mundo

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